Aroma a nostalgia es lo único que queda en el Centro de Hermosillo, es lo que se puede respirar, ver, sentir.
El Edificio Cremi
Banca Cremi. Un gigante corporativo contemporáneo de Banca Serfin, la palabra Bital aun no entraba en nuestro subconsciente y Cantinflas nos decía que todo podía obtenerse “con el poder de su firma”. El Edificio Cremi era un icono del poder financiero y el centro de negocios de moda de Hermosillo, oficinas de lujo con sistema de vigilancia de ultima tecnología y elevadores para sus 6 pisos. El estilo ochentero de repente pasó de moda pero su costo de mantenimiento no. Para rematar en el 2003 (creo, fue antes del 2005) este edificio sufrió un incendio. Este fue el golpe final asestado por el destino. El resto de sus inquilinos dejó vacío este lugar para mudarse a oficinas mas “in”, pero sobre todo mas seguras.
Hoy queda este gigante de pisos de mármol y arquitectura de los tiempos de Lopez Portillo como un recuerdo. Al menos lo que hay en este momento dentro (que pude ver) son cajas de archivo, una rotulada “hangar 2006”, unas máquinas que parecen 386xs y toneladas de polvo.
La calle Pino Suarez
Esta calle es famosa por ser una de las referencias de localización de un conocido periódico sonorense y porque el correo queda a un costado. También porque a lo largo de su recorrido podíamos ver casas antiguas de cuando el Centro era donde vivían las personas de dinero de Hermosillo, pero que ahora eran ya casas que era mas caro tratar de reconstruirlas que lo que valía el terreno en sí.
Es increíble ver como una hilera completa de casas es demolida completa para dar paso a lo que el gobierno le llama Modernización Urbana.
La demolición es desde su unión con la Rosales hasta que topa en el Boulevard Transversal
Decenas de casas, cientos de historias, miles de personas que pasaron y que podríamos dudar que alguna vez existieron, ya que ahora sus viviendas serán solo un espacio para aliviar el paso vehicular de sur a norte.
Hay un sobreviviente, la Librería de Cristal, que ahora esta ubicada en lo que antes era la famosa Papelería Abascal, la competencia directa y más fuerte de la Romo.
Cabe mencionar que Romo aun sobrevive, pero con solo un local cerca del CBTIS 11 de un tamaño 10 veces menor aproximadamente. Un gigante más que se va, junto con Mazón Hermanos, nuestro mall preferido y gracias al cual conocimos las escaleras eléctricas y a un Santa Claus animatronic que decía los mismos chistes cada año.
Poco a poco el Centro de Hermosillo va transformándose de esta manera, esta resurgiendo de entre el polvo de adobe y carrizo viejo para ser algo más. No sé cuál sea el fin de esto.
Les incluyo un stencil que estaba en una de las casas que derrumbaron, junto a un anuncio de supermercado Blanco
No sé si las casas demolidas aún servían , pero hay otras que definitivamente no son útiles ya mas que para ocupar espacio. Aún así dentro de la decadencia hay poesía. Les regalo una foto…
¿Qué historias encerrará esta escalera? Que hay en el segundo piso? Que pasó con esta casa, porque de repente la abandonaron y la dejaron a su suerte?
Estas casas tienen un aire especial, una energía única, propia de las personas que la construyeron. No era solo llegar y pegar block, no había una retroexcavadora que la terminara en 2 meses, o en serie para hacerla igual a otras 300 casas. En aquellos tiempos cada ladrillo era fabricado a mano, cada moldura y adorno hecho con amor. No existía el Aire Acondicionado, por lo que los techos de doble altura eran necesarios. ¿Han entrado a una casa de este tipo? La sensación es única.
La Plaza Hidalgo
No todos los cambios incluyen la destrucción. El Edificio donde se aloja la estación Radio Sonora y todos los locales junto a ella son casas que no se dejaron caer por una u otra razón. La Plaza Hidalgo es escenario de eventos culturales y es uno de los pocos lugares donde uno se puede sentar tranquilamente a platicar o tomar un café con el Cerro de Campana de fondo. Nomas vean lo acogedor de esta plaza…. ¿A poco no se antoja estar despreocupado en un caluroso día de verano bajo esta amable sombra?
El Mercado Municipal
Otro ejemplo es el famoso Mercado Num. 1. Hace unos meses, creo que casi un año, recibió una bien merecida remodelación.
Los materiales, la pintura, el vitropiso podrán ser nuevos, pero el aire a mercado de pueblo de los 40s se sigue respirando. Entrar tan solo a uno de pasillos es zambullirse en un estanque para retroceder en el tiempo. Tenderos vendiendo fruta y verdura, los puestos de comida con su café de talega, pero sobre todo sus comensales habituales, que después de “echarse su cafecito con el periódico para estar enterado” salen a la plaza principal para comentar desde lo mas trivial hasta lo más profundo, mientras los boleros realizan con ahínco su labor de dejar relucientes el calzado de sus clientes para realzar la imagen pública de sus clientes.
Sobrevive también Publicaciones Periódicos y Revistas. En mis tiempos (hace mas de 10 años ya) era la fuente principal para mi colección de comics. En estos días y tras 60 años de operación continúa sigue ahí, y seguirá para siempre. Seguirá porque los señores del cafecito y el menudo con chiltepín en el Mercado No. 1, los puestos de mercerías, las revistas (si, incluso con sus Sensacional de Traileros), los boleros y demás son lo que nos hace recordar que somos aún un pueblo de un millón de habitantes.
P.D.
Me considero de una nueva generación, una que apenas si recuerda cuando la presa se desbordó y derrumbó el puente del Vado del Rio, cuando se podía salir a la calle sin miedo, cuando el Bachoco era solo un cerro y se podía comprar un boleto de tren para viajar a algún destino. Mi consciencia al mundo nació junto con Nirvana y Pearl Jam, y mi rostro se desencajó cuando un buen día el 90.7 del FM me despertó con una cumbia. Quizá por eso no me duele el ver estos cambios, el ver como el Hermosillo del Ayer se diluye entre el Sonora Proyecta y los magnates de los bienes raíces pensando en edificios inteligentes por la Serdán.
No me duele, pero me importa lo suficiente como para moverme a hacer esta primera entrega de un homenaje a esas personas que llegaron antes que nosotros, que trazaron las calles que nos mueven, que construyeron con sus manos las escuelas que nos formaron.
La primera entrega de las que sean necesarias, para que el Hermosillo del Ayer no se pierda, que las personas que vivieron ese tiempo tengan un lugar en nuestro espacio actual lleno de sitios.com y franquicias de comida rápida.
Esperen la segunda entrega, si tienen un tema del que puedan darme información por favor, no duden en enviarme un correo.
Paz…